
Hace nada más y nada menos que 10 años, el 21 de marzo de 2006, Jack Dorsey daba el pistoletazo de salida a la red social Twitter con el primer tweet. Seguramente ni en sus mejores sueños el equipo de Obvious imaginaba en lo que se convertiría finalmente la red de microblogging, y mucho menos en lo que terminaría evolucionando 10 años después.
Cuando te planteas poner en marcha un proyecto, una buena práctica muy extendida es la de imaginar los objetivos del mismo a corto y largo plazo. Sin duda, el objetivo de ser la red social más influyente era implanteable hace 10 años, estúpidamente ambicioso e irrisorio. Pero, a pesar de todo, aquí está Twitter ahora.
Ciertamente, la red social que conocemos en 2016 dista mucho de la primigenia de 2006. Twitter no está experimentando su mejor momento, cambios en la directiva, problemas con los accionistas y estancamiento en el aumento de usuarios, son algunas de las muchas preocupaciones con las que tiene que lidiar el pajarito azul. Además, la irrupción de nuevas redes sociales, con nuevas particularidades que generan expectativas y exigencias completamente generacionales, ha obligado a Twitter a reinventarse para adaptarse.

Datos Twitter Oficial 2016
La idea matriz de Twitter, y a la vez su esencia y lo que la hace tan adictiva y especial, es simple, muy simple: Comunicar con 140 caracteres. Recordemos cómo la describió el escritor científico Steven Berlin Johnson, ya en 2009.
Como red social, Twitter gira en torno al principio de los seguidores. Cuando usted elige seguir a otro usuario de Twitter, los tuits de ese usuario aparecen en orden cronológico inverso, en la página principal de Twitter. Si usted sigue a 20 personas, verá una mezcla de tuits desplazarse hacia abajo de la página: actualización sobre el desayuno de cereales, nuevos enlaces de interés. Recomendaciones de música, incluso reflexiones sobre el futuro de la educación.
Ahora, en 2016, esta descripción de Twitter recoge la esencia, pero se nos queda corta. El constante cambio de contexto, de tecnología y de necesidades ha ido empujando a la red social a generar cambios necesarios para ofrecer una comunicación más fluida y en sintonía con las exigencias de las nuevas generaciones. El problema es que esas adaptaciones, como el recientemente cambio en la no contabilización de imágenes, vídeo y enlaces, o el nuevo algoritmo para ordenar los caóticos timelines, parecen no ser suficiente para mantener a los usuarios activos mucho tiempo más.
Ahora bien, ¿cómo se enfrenta la red social de microblogging a un cambio de concepto sin perder su esencia inicial? ¿Estamos hablando de la supervivencia por encima de la idea? Y, si es así, ¿hasta dónde llega el límite para mutar a un concepto completamente distinto?
Algunas teorías apuntan que Twitter va a migrar hacia el contenido de vídeo en streaming. El lanzamiento de Periscope y la compra de los derechos de emisión de los partidos de los jueves de la liga nacional de fútbol americano, han sido las señales más esclarecedoras, pero personalmente creemos que la reina del microblogging deberá replantearse muchos más puntos en su estrategia si quiere continuar en el podium de las redes sociales.
¿Y vosotros qué opináis? En un ejercicio de reflexión, imaginad dónde estará Twitter dentro de otros 10 años, en el 2026. ¿Realidad virtual? ¿Geolocalización? ¿Se continuará respetando un límite de caracteres? ¿Podremos compartir pedazos de una experiencia completa, con los 5 sentidos? ¿O por el contrario desaparecerá y no completará otros 10 años más? Ciertamente la evolución de una plataforma así depende de muchísimos factores, tanto internos como externos…, por no hablar de sus estrategias de publicidad y monetización, pero en Media Esfera somos mucho de soñar con las posibilidades que le puede deparar a una plataforma.